Aprobada resolución contra el antisemitismo en Cataluña a pesar de los independentistas

– Sólo las formaciones  constitucionalistas Ciudadanos y Partido Popular condenaron expresamente al BDS. Las formaciones separatistas ERC, CUP y el partido de Puigdemont no lo hicieron, al igual que Podemos y el Partido Socialista.

Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM) se congratula por la aprobación en el Parlament de Cataluña de la moción impulsada por Ciudadanos contra el antisemitismo. Entre los puntos clave del texto elevado a la Mesa del Parlamento se encontraba la “condena de cualquier forma de antisemitismo, según la definición internacionalmente reconocida de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto de 2016”.

Cabe recordar que La Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA por sus siglas en inglés) reúne a Gobiernos y expertos a fin de reforzar, impulsar y promover la educación, la memoria y la investigación en todo el mundo sobre el Holocausto. El 26 de mayo de 2016, los 31 países miembros de la IHRA, entre ellos España, adoptaron la definición práctica de antisemitismo, que incluye, entre otros:

•             Denegar a los judíos su derecho a la autodeterminación, por ejemplo, alegando que la existencia de un Estado de Israel es un empeño racista,

•             Aplicar un doble rasero al pedir a Israel un comportamiento no esperado ni exigido a ningún otro país democrático,

•             Usar los símbolos y las imágenes asociados con el antisemitismo clásico para caracterizar a Israel o a los israelíes,

•             Establecer comparaciones entre la política actual de Israel y la de los nazis,

•             Considerar a los judíos responsables de las actuaciones del Estado de Israel.

De facto, esos comportamientos antisemitas se engloban en las campañas discriminatorias del BDS, muy especialmente en Cataluña, comunidad española donde se han producido con mayor virulencia las presiones, coacciones y acoso xenófobo y antisemita.

Dicho texto salió adelante gracias a los votos del proponente, Ciudadanos, al que se sumaron el Partido Popular y Junts per Catalunya. Pero estos últimos, el partido de Puigdemont, en una muestra de absoluta hipocresía, se negaron a condenar expresamente el BDS y la llamada al boicot de productos o compañías israelíes y científicos, artistas o deportistas israelíes, así como también se negaron a dejar de ceder locales o dar subvenciones a instituciones u organizaciones que se expresen en términos antisemitas.

La moción también hacía referencia explícita a la iniciativa legal de ACOM en España, que ha logrado que decenas de tribunales españoles condenen las acciones de apoyo al boicot BDS porque representan una vulneración de los derechos fundamentales de la persona, como el derecho a la igualdad expresado en el artículo 14 de la Constitución Española.

Para ACOM es motivo de celebración que se estreche el cerco sobre los antisemitas parapetados tras máscaras de supuestas campañas inocuas en favor de los derechos humanos. Felicitamos a Ciudadanos y Partido Popular por su identificación clara de las amenazas judeofobas y meridiano compromiso en combatirlas. Por otro lado, no nos sorprende el hecho de que las fuerzas independentistas en su globalidad se nieguen a condenar al BDS, siendo como son, junto a Podemos, los impulsores en los últimos años de Cataluña como la región con más declaraciones antisraelíes de Europa. Tampoco es de extrañar que no quieran acabar con las subvenciones al entramado de redes clientelares antisraelíes que operan en Cataluña bajo el paraguas de ONG´s, todas ellas, paradójicamente, próximas al separatismo y activas contribuyentes al agit prop del mismo.

Lamentamos la deriva del PSOE-PSC que, arrastrado por su socio de Gobierno, ya no es ni capaz de posicionarse a favor de un compromiso firme contra el antisemitismo. Que se produzcan a fecha de hoy boicots judeofobos en un país europeo, que se presupone un espacio jurídico de protección de los Derechos Humanos recogidos en los tratados internacionales, y que el partido en el Gobierno no afronte ese discurso de odio, exclusión e intolerancia en estado puro, es motivo de escarnio para el recién estrenado ejecutivo.

No obstante,  aunque no se haya condenado expresamente al BDS, en aplicación de la definición de IHRA que explicita la identificación de antisionismo con antisemitismo, cualquier acción del BDS en Cataluña estará a partir de ahora en contradicción directa con la declaración adoptada por el Parlament, y por tanto en contra de la voluntad de  la mayoría de los ciudadanos de Cataluña, expresada por sus representantes.