Carta abierta sobre definición antisemitismo IHRA: pasar de las intenciones a los hechos
Como bien conoces, el pasado día 22 de julio de 2020, la Ministra de la Presidencia y Vicepresidenta Primera del Gobierno de España, Carmen Calvo, anunció la decisión de dicho Ejecutivo de refrendar la definición operativa de antisemitismo de la IHRA.
La declaración IHRA señala que cualquier muestra de odio o deslegitimación generalizadas contra Israel o sus ciudadanos y la aplicación de doble rasero contra ellos podrá ser considerada como antisemita. Por tanto, la realización de actividades de boicot de campañas deslegitimadoras, como el BDS, que buscan la discriminación de los que apoyan al estado judío y a sus empresas y ciudadanos, se encuadran dentro de comportamientos antisemitas. Con la aprobación del mencionado texto, cualquier financiación pública de esos grupos y la prestación de cobertura a sus actividades podría ser formalmente considerada como judeófoba en España.
Aquel anuncio de la Vicepresidenta Calvo fue acogido, como no podía ser de otro modo, con satisfacción por todas las organizaciones que tienen como objetivo primario la lucha contra el antisemitismo. Lógicamente, como advertimos en su día, ese primer paso debía traducirse a la mayor brevedad en una declaración del Gobierno o una votación en el Congreso de los Diputados que formalizase dicho refrendo. Este es el modo habitual en el que ha sucedido en los 31 países que se han unido a la definición de IHRA y los ejemplos que detalla.
Además de una razón formal, la realidad de un gobierno que habla con varias voces, en muchos casos contrapuestas, y el modo tan casual y poco detallado en el que la Vicepresidenta hizo el anuncio de adopción de la definición de antisemitismo de la IHRA nos inspiró a pedir un grado de formalidad para evitar que se convirtiera meramente en un gesto propagandístico a la galería sin seguimiento ni implicaciones formales.
No hay que olvidar que hay razones para cierto escepticismo en tanto que Podemos, uno de los socios del actual gobierno, recurre con frecuencia a la demonización del judío colectivo, Israel y su líder y ahora Vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, ha actuado de conductor de programas en la cadena pública iraní en español en los que se han propagado gravísimos libelos antisemitas. Tampoco era motivo de confianza las 72 resoluciones de boicot a Israel, sus ciudadanos y compañías que se han aprobado por gobiernos locales en España, y que han sido declaradas ilegales por los tribunales gracias a la iniciativa de ACOM, han contado con los votos a favor de los partidos que forman el gobierno, PSOE y Podemos.
Lamentablemente, en la primera ocasión que ha surgido para que el Gobierno de España se manifestase e hiciese valer su adhesión a esta definición con acciones tangibles, el ejecutivo no ha hecho absolutamente nada.
El pasado 1 de septiembre dimos la voz de alarma sobre un curso monográfico de marcado sesgo antisemita organizado por la Universidad Pública de Navarra bajo el lacerante título de “Apartheid en Palestina y la criminalización de la solidaridad”.
Apelando precisamente a la declaración IHRA, argumentamos que:
1- Una actividad organizada por grupos que promueven el antisemitismo no debe tener cabida en la universidad pública.
2- La evidente naturaleza de activismo político de dicha actividad no podía ser revestida de la legitimación de una actividad lectiva en una institución académica del estado.
3- La libertad de cátedra, como la de expresión, tienen sus límites: la ley. En España la incitación al odio, la apología del terrorismo y el antisemitismo están penados. Este curso está organizado por una organización que rechaza y vinculación la declaración de antisemitismo de IHRA aparentemente refrendada por el gobierno. Y en esta actividad participan personas que han hecho una profesión de liderar actividades antisemitas así definidas.
Los gobiernos de España y de Navarra deberían haber intervenido para cancelar este curso. Ninguno de los dos se han pronunciado siquiera, a pesar de los requerimientos de organizaciones internacionales como el Congreso Judío Mundial, el Centro Simon Wiesenthal, Combat Antisemitism (conformada por 276 organizaciones judías de todo el mundo) o el Congreso Judío Europeo.
Por tanto, del mismo modo que aquel anuncio de julio recibió la calurosa acogida de todos, te pedimos sumes tu voz para denunciar la disociación entre lo que el Gobierno pregona respecto a la lucha contra el antisemitismo, y las medidas que toma a tal efecto. Si dicho Gobierno pretende ser tomado en serio, y que le creamos en su manifestada intención de combatir esa lacra, debe traducir sus gestos informales en pasos formales y en actos tangibles, comenzando por este acto judeofóbico en una universidad pública.
Muchas gracias por tu atención.
ANGEL MAS
PRESIDENTE DE ACOM