Comunicado de Prensa en relación al reconocimiento del Estado Palestino

ACOM desea expresar su decepción por que el Congreso de los Diputados de España haya perdido el tiempo en enfrascarse en una estéril declaración sin efectos legales sobre el reconocimiento de un estado que no existe: Palestina. En vista del sangriento atentado de hoy contra una sinagoga en Jerusalén perpetrado por asesinos árabes, fruto de la constante incitación a la violencia y glorificación del  terrorismo de las autoridades palestinas, en cualquier caso tampoco parece ese supuesto estado mereciera el reconocimiento de ninguna nación democrática que se precie.

No obstante, merece la prensa leer con detenimiento el texto de la declaración aprobada: 

En primer lugar, es necesario recordar la exigencia de que el nacimiento de ese estado debe ser resultado de unas negociaciones bilaterales, tal como establecen la Hoja de Ruta y los Acuerdos de Oslo, y en contra de las pretensiones palestinas de un reconocimiento por la vía de la internacionalización del debate, evitando esas negociaciones.

De igual modo, deseamos resaltar que la resolución recoge claramente la necesidad de que cualquier estado palestino debe de ser compatible con las necesidades de seguridad de un país  aliado y amigo de España como es Israel, e incompatible con la realidad presente de dos gobiernos en dos territorios palestinos, uno directamente terrorista y el otro apologeta de la violencia.

Finalmente, es muy importante resaltar que el parlamento español ha rechazado medidas unilaterales para el reconocimiento de un futuro estado palestino, algo que habrá de producirse en consenso con la comunidad internacional y la Unión Europea.

Con todo ello, el Congreso ha rebajado el grado de irresponsabilidad y frivolidad demostrados por el Grupo Socialista en el texto original que presentó para su aprobación y en definitiva reivindica la posición israelí, haciendo imposible el reconocimiento de un estado palestino por el Gobierno de España a día de hoy.

Desde ACOM, exhortamos al Ministro de Asuntos Exteriores a que sea firme en su postura de supeditar el reconocimiento de un Estado Palestino, no sólo a un acuerdo de paz, sino también a un comportamiento ético y comprometido con la paz por parte de la Autoridad Palestina, requiriendo un inmediato abandono de la glorificación de la violencia y de la educación en el odio promovidas sistemáticamente por sus líderes y vincule cualquier ayuda a esos territorios a un cese constatable de esos comportamientos.