COMUNICADO: sobre resolución antisemita en Barcelona

La Sindicatura de Greuges de Barcelona, órgano unipersonal municipal, ha emitido una resolución cargada de falsedades sobre el Estado de Israel. La resolución responde a la queja de un representante de las entidades Coalició Prou Complicitat amb Israel (“Coalición Basta de Complicidad con Israel”, el nombre lo dice todo) y Lafede.cat. Alineándose con los promotores de la queja, el órgano municipal barcelonés recomienda a la Alcaldía la revocación del Acuerdo de Amistad y Cooperación entre Barcelona, Gaza y Tel Aviv. He aquí algunos de los miembros de la primera entidad citada: Lluita Internacionalista (se presenta como “organización política marxista revolucionaria y trostquista”), Col.lectiu Intifada (“de contrainformación y solidaridad con Palestina”), Brigadas Huriya (“organizamos brigadas de solidaridad”, afirman), International Brigades Unadikum, Rumbo a Gaza (forma parte de la Coalición Internacional de la Flotilla por la Libertad), BDS Catalunya (“representa al movimiento global para una campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones contra Israel”).

Al fundamentar su resolución, el órgano municipal insiste en que las circunstancias han cambiado desde el hermanamiento con Tel Aviv, pues este se firmó en el contexto de los Acuerdos de Oslo. Es difícil encontrar argumento peor. Los Acuerdos de Oslo fueron vistos con euforia por el grueso de la sociedad israelí, que los interpretó como la llegada de la ansiada reconciliación. En contraste con ello, el terrorismo del lado palestino aumentó. Mientras Yasser Arafat vendía al mundo un relato de paz, sus discursos dirigidos a los árabes fueron inequívocos: los acuerdos eran parte de un proceso que solo se consumaría borrando a Israel del mapa. Así se lo comunicó a una delegación de diplomáticos árabes en Estocolmo: “La OLP planea eliminar el Estado de Israel y establecer un Estado Palestino puro. Haremos la vida insoportable a los judíos a través de la guerra psicológica y la explosión de la población”.

En la resolución de Barcelona, la infamia del “crimen de apartheid” se da simplemente por hecha, bastando para ello la invocación de informes de Amnistía Internacional. Una muestra más el daño múltiple y duradero de la gran mentira gestada y difundida por la que un día fue respetable institución. Lo cierto es que el único lugar del mundo donde los árabes viven en democracia es Israel: son ciudadanos libres y sus derechos son respetados, forman parte del Ejército, votan y son votados en elecciones libres, etc. A los palestinos residentes en Egipto o en Jordania se les niega la ciudadanía. Su estatus es inferior en Siria y en Líbano. Después de la Guerra del Golfo, medio millón de palestinos fueron expulsados de Kuwait… El único apartheid contra los palestinos es el que aplican los países árabes. Sin embargo, para la Sindicatura de Greuges de Barcelona, mantener el hermanamiento con Tel Aviv constituiría complicidad con un crimen de lesa humanidad. Nada nuevo bajo el sol: se trata de la ancestral judeofobia, disfrazada ahora de solidaridad. Las administraciones catalanas incurren una y otra vez en el más obsceno antisemitismo. Y cada vez desde ACOM las denunciaremos, ante la opinión pública y ante la Justicia.