El acuerdo para liberar a Gilad Shalit

Después de más de cinco años de secuestro, el gobierno israelí finalmente ha llegado a un acuerdo con la organización terrorista Hamas para la liberación del soldado franco-israelí Gilad Shalit. El canje acordado supone liberar a 1.027 presos palestinos, 280 de ellos condenados a cadena perpetua por delito de asesinato. Es preciso aclarar algunos puntos sobre dicho acuerdo:

En primer lugar, no es un intercambio de prisioneros. Gilad Shalit no es prisionero de guerra. No se le aplicó la Convención de Ginebra para prisioneros de Guerra. El soldado israelí no ha recibido un trato humano (artículo 13), no se ha conocido su situación (artículo 23) y no se ha permitido a la Cruz Roja tener acceso a él (artículo 126).  Era y es hasta ahora un ciudadano franco-israelí secuestrado en la Franja de Gaza por el grupo terrorista Hamas.

 

 

En segundo lugar, no es la primera vez que Israel intercambia presos acusados de terrorismo por israelíes secuestrados o por sus cuerpos, no se está sentando ningún precedente. Desde 1979 Israel hallevado a cabo 14 intercambios. Con la OLP, con Siria, con el FPLP, con Hizbulá y con Hamas.

En tercer lugar, el bloqueo a Gaza sigue siendo necesario y legal, y de hecho el secuestro de Gilad Shalit no ha sido la razón del mismo. Según leemos en el Informe Palmer, el bloqueo naval fue impuesto como una medida de seguridad legítima para impedir que las armas ingresen a Gaza desde el mar y su implementación cumple con los requisitos de la ley internacional.

Por último, no debemos olvidar, en términos morales, lo que supone este acuerdo alcanzado. El escritor Ari Shavit nos recuerda en su columna de Haaretz -columnista y periódico muy hostiles con las políticas de los últimos gobiernos israelíes- que la liberación de Gilad Shalit es una victoria para la clásica solidaridad de Israel y que  el principal activo de Israel en términos humanos y de seguridad es el sentido de responsabilidad mutua que sus ciudadanos y soldados  sienten el uno hacia el otro. Nada más cerca de la realidad, el gobierno de Israel ha vuelto a demostrar, como lo hicieron anteriores gobiernos de distintos colores, que será capaz de tomar decisiones dificiles para la salvaguarda de sus ciudadanos.

Desde ACOM apoyamos la liberación de Gilad Shalit, fuimos partícipes de la concentración que tuvo lugar el 10 de julio y pedimos al Alcalde de Madrid que, al igual que París o Roma , nombrara a Gilad Shalit como ciudadano de honor de la capital.