Empresas españolas miran hacia el milagro económico israelí
Cuando desde ACOM trabajamos intensamente para la publicación en castellano de Start Up Nation, nos hicimos eco, una vez más, de que España puede adoptar muchos aspectos del modelo económico israelí y de su espíritu emprendedor.
Cada día nos levantamos con noticias desesperanzadoras. La crisis sigue agravándose en nuestro país y la creación de empresas está siendo una posibilidad para muchos ciudadanos que se encontraban en situación de desempleo, así como para empresas que han decidido abrir un proceso de internacionalización.
En este sentido, empresas españolas están mirando hacia el Israel Valley, en palabras de Manuel Ángel Méndez, periodista especializado en tecnología y negocios de El País y que ha estado recientemente en Israel. Como apunta Méndez, en Israel nacen dos Start Up tecnológicas cada día. Como narra el periodista si en España realmente nos vamos a tomar en serio eso de reconvertirnos, no hace falta mirar al otro lado del charco, lo tenemos más cerca, al otro lado del Mediterráneo.
Pero Israel no sólo ha sido un ejemplo para Méndez. La pasada semana, directivos de Wayra, la aceleradora de Start Ups de Telefónica, y parte de la ejecutiva del IE Business School, entre ellos Juan José Guemes, estuvieron en Tel Aviv para descubrir de qué se trata el llamado milagro económico israelí y cómo poder importarlo a España.
Según la Secretaría de Estado de Comercio, Telefónica está decidida a abrir Wayra en Israel, ya que gracias a los resultados que le ha reportado la venta de Amobee Inc., que fue vendida hace unas semanas por 300 millones de dólares americanos (unos 230 millones de euros) han tenido ya una buena experiencia.

Gary Stewart, director de Wayra España y Juan José Güemes, vicepresidente de Asuntos Económicos de la Escuela de Negocios del IE Business School, junto a Elad Cohen, de la incubadora StarTau
Como ejemplo significativo, podemos tomar el del empresario español afincado en Tel Aviv, Isaac Benzaquén, quien contó a El Mundo cómo consiguió crear su propio negocio en medio del vendaval de la crisis financiera. Uno de los puntos que destacó Benzaquén del caracter emprendedor israelí es que «la gente es más proactiva de cara al negocio, hay menos barreras y además les apasiona hablar de nuevas ideas».
Tal como apuntan en Emprendedores.es, lo que podemos aprender del modelo israelí, entre otras cosas, es no tener miedo al riesgo y pensar de forma global. Es cierto que los frutos de este éxito han tardado en recogerse y que el modelo lleva años desarrollándose. Pero España puede adoptar el espíritu emprendedor israelí para salir de la grave crisis económica que la azota.