Entrevista a Mateo Rouco

Con sólamente 22 años, Mateo Rouco es todo un ejemplo para los futuros estudiantes de Periodismo. Este curso académico está estudiando sobre Oriente Medio en la Universidad Ben Gurion en Ber Sheba y  escribe para medios tan importantes en España como son Expansión y El Mundo.

Mateo Rouco en Jerusalén

Desde que llegó a Israel publica regularmente en su nuevo blog Israel según Mateo Rouco , en Twitter (@mateorouco) y recorre el país en busca de historias y situaciones que poder contar.

De todos los destinos posibles para desarrollar tu carrera de periodismo ¿Por qué elegiste Israel?

Quise venir al país del que todo el mundo habla pero nadie conoce. Ése era mi principal objetivo. Quería romper la imagen que todos los españoles tenemos sobre Israel y sobre el conflicto. Me imaginaba que detrás de los titulares de los grandes medios existían muchas historias, mucha información que se pierde y a la que es difícil acceder. Existe un gran desconocimiento de Israel en el exterior y quería descubrir por mi mismo el conflicto. Quería verlo con mis ojos, escuchar las historias de ambas partes, conocer la visión de periodistas, diplomáticos, gente de la calle y estudiantes.

Además, Israel es uno de los lugares donde se concentra un importante número de  corresponsales de todo el mundo. La calidad  de estos periodistas ha sido uno de los motivos que me ha hecho venir aquí: quería aprender de los mejores.

¿Cómo se tomó tu familia que te fueras un año a una zona caliente del planeta como es Israel?

Al principio mi familia se lo tomó bien. Estaban de acuerdo conmigo en que sería una gran oportunidad para mi carrera y me apoyaron en todo momento. Pero al poco tiempo de llegar aquí todo cambió. Les conté mi experiencia al recibir cohetes desde Gaza en  Ber Sheba y comenzaron a seguir día a día las noticias y cambiaron su visión. Querían que volviera a casa, tenían miedo y tuve que volver en el mes de Febrero para mostrar que estaba sano y salvo.

¿Cuál era la imagen que tenías de Israel antes de aterrizar en Tel Aviv?

La imagen era totalmente diferente. No sabía cómo imaginarme este país. Por parte de Tel Aviv no me esperaba una ciudad moderna, llena de árboles, con discotecas, galerías de arte y restaurantes con los sabores de Oriente. No tenía ningún tipo de imagen formada sobre el país pero no esperaba que estuviera tan avanzado y tuviera un estilo tan Europeo.

Vives en Ber Sheba, que no es ni Tel Aviv ni Jerusalén, a parte de la prestigiosa Unviersidad Ben Gurion ¿qué es lo que más te ha sorprendido de dicha ciudad?

La sorpresa de Ber Sheba ha sido descubrir el Israel profundo. No existe nada que pueda sorprender de esta ciudad. Es una ciudad en el medio del desierto, aburrida, mal planificada y fea. Sin embargo, en ella he conocido a la mayor parte de los israelíes, he hecho amigos y descubierto muchas partes de la tradición judía. Aquí he experimentado el conflicto de cerca.

Hay que tener en cuenta que estamos a pocos kilómetros de Gaza, lugar desde el que los palestinos lanzan cohetes a  ciudades como Ashdod , Ashkelon y Ber Sheba. Además, la ciudad está en la ruta de los aviones del ejército israelí. Eso hace que muchas mañanas te levantes con el ruido de tres helicópteros sobrevolando tu casa. Así es la vida aquí.

¿Has podido comprobar de primera mano el espíritu innovador israelí que se nos muestra en el libro Start Up Nation?

El espíritu innovador es la joya de la corona de Israel. Es de lo que todo israelí presume y con razón. Cada israelí tiene en su sangre la cultura emprendedora y eso se observa en todas partes. Da gusto ver como aquí nacen ideas y se ponen en marcha de forma rápida y con pocas trabas. He estado en contacto directo con el sector emprendedor israelí y puedo decir que aquí he recibido la mayor dosis emprendedora de mi vida.

¿Algo que podamos exportar a España?

España debería exportar la apuesta por la innovación, el desarrollo y las jóvenes promesas. Sería bueno aprender de la organización de las comunidades judías. Esta comunidad se ayuda, mantienen el contacto entre sus miembros y ha tejido una red de apoyo mutuo fundamental para lograr el éxito. En España no colaboramos tanto entre nosotros, no funciona tan bien el networking– contactos-. Hace falta un gran cambio en la forma que tenemos de pensar y de ver las cosas.

¿Albergas esperanzas de que el proceso de paz vuelva a retomarse seriamente?

La verdad es que el conflicto parece una gran obra de teatro iniciada por las cúpulas políticas de Israel y Palestina en la que los ciudadanos toman partido tras largos años de conflicto.

 Cuando estás en Israel o en Palestina puedes sentir que la gente actúa ante el espectador internacional. Ambos lugares están acostumbrados a años de conflicto y a cientos de preguntas de periodistas y activistas de todo el mundo. Toda esta experiencia ha desarrollado en ambos pueblos la capacidad de repetir un cierto mensaje preconcebido ante la figura del extranjero curioso.  

Ese mensaje siempre suele ir en contra del otro y no ayuda para nada a avanzar en un proceso de paz. Ambos pueblos deben encontrar puntos en común, dialogar, tratar de mirar hacia el futuro y no hacia el pasado y sobre todo reconocer que el pueblo que tienen en frente está formado también por seres humanos. Desde mi punto de vista estamos en una guerra de medios y de relaciones públicas cuyo principal objetivo es ganarse la opinión pública a nivel internacional y a nivel interno.

Hace poco viví una de las experiencias más fuertes de mi estancia aquí. Viajé al West Bank con un israelí encubierto. Se hacía pasar por inglés porque tenía miedo de ir a los territorios y que le pasara algo. Ahí asistí a una experiencia increíble. Un israelí y un palestino hablando libremente de política, de soluciones, de problemas comunes. Fue increíble pero lamentablemente  estas experiencias  no son lo más habitual . Este tipo de conversaciones deberían trasladarse a los despachos de Benjamín Netanyahu y Mahmoud Abbas. Creo que es necesario que exista una apuesta al 100% por la paz que hoy en día no logro ver.

¿Es tan exótico como se cree ser un periodista freelance en Oriente Medio?

Para mi ser periodista freeelance en Oriente Medio ha sido un sueño hecho realidad. Mis últimos días de trabajo en el diario El Mundo no me imaginaba que meses después podría estar escribiendo y publicando desde Israel. Es una experiencia de un valor incalculable teniendo en cuenta que tengo 22 años y aún no he terminado mi carrera. No hay nada que pueda pagar todo lo que he aprendido aquí, escribiendo para medios y escribiendo para mi blog.

En Israel he descubierto la grandeza de un blog y ha sido una de las actividades que más me ha llenado a nivel profesional. Contar historias de la calle, historias que en los periódicos no aparecen pero que en un blog triunfan y romper realmente el desconocimiento sobre una zona como esta ha sido una actividad increíble. Creo que ser bloguero desde Oriente Medio me ha brindado la oportunidad de escribir sobre lo que quería y de transmitir a los lectores información que en un periódico jamás encontrarían.

¿Qué opinión tienes de los medios de comunicación israelíes y de su dinámica de trabajo?

La verdad es que me gustaría conocer más en profundidad los medios israelíes y poder leer en hebreo para descubrir en realidad el mensaje que se transmite a nivel interno a la población israelí. Más de una persona me ha comentado que los medios no escriben la misma versión en hebreo y en inglés y que el mensaje se adapta orientándose a la comunidad internacional. Me parece un detalle curioso y quizás algo que se debe cambiar pues dice poco a favor de la línea editorial que un medio mantiene.

 ¿Cuál ha sido tu mejor experiencia en Israel? ¿Y la peor?

 Mi mejor experiencia en Israel ha sido viajar a través del país con uno de mis mejores amigos. Han sido momentos increíbles en los que uno va descubriendo un país de la nada hasta alcanzar una visión completa de lo que es Israel de norte a Sur. Además de los viajes, el hecho de poder aprender cada día una cosa nueva ha sido lo mejor de lo mejor. Siempre repito que Israel es un país en el que no puedes parar de recibir nuevos conocimientos.

Lo peor  ha sido comprobar de primera mano las consecuencias del conflicto como el muro que el Estado de Israel ha construido cercando territorios palestinos en Belén y en otras poblaciones como Ramallah. Observar la realidad en los territorios  también ha sido un mal trago al que debo añadir todas y cada una de las sirenas que he oído cuando desde Gaza llegaban cohetes a la ciudad en la que vivo. Ambas partes del conflicto me han proporcionado situaciones desagradables. Por eso, el día que haya paz en esta zona, entre estos pueblos, sentiré un gran alivio. No por mí sino por ellos.