La solución de dos planetas

La solución de dos planetas

El impactante anuncio de Israel informando de que se ha mudado a Marte, donde “no hemos encontrado a marcianos que quieran matarnos”, ha causado reacciones diversas entre los que apoyan y critican al estado judío.

El estado de Israel conmocionó al mundo hoy al revelar que toda su población ha sido trasladada a la superficie de Marte. Los líderes israelíes llamaron a la masiva y secreta tarea Shniyah Shemot, o “Segundo Éxodo”, una referencia a la salida de los judíos huyendo de la esclavitud en el antiguo Egipto. El proyecto se programó para coincidir con la celebración de la Pascua en la Tierra, que comienza al ponerse el sol en el día de hoy, 2 de abril.

Israelíes en Marte

La revelación dejó atónitos a los líderes políticos mundiales y alteró drásticamente el equilibrio de las relaciones internacionales. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas propuso una resolución de emergencia para condenar la salida de Israel de la Tierra como “un acto interestelar de agresión” diseñado para “robar el futuro al pueblo palestino”. Los EEUU y Alemania vetaron la medida. En una declaración transmitida a la Tierra, el Primer Ministro israelí Danny Damrosch dijo: “Marte tiene un ambiente hostil y mortífero, pero no hemos encontrado a ningún marciano que quiera matarnos porque practiquemos una religión diferente; así que esto es una verdadera mejoría para nosotros”.
El asentamiento israelí se encuentra en Arsia Mons, en el emplazamiento de un volcán extinto. Los israelíes renombraron a la superficie marciana “Sión”. El lugar de aterrizaje se llama Nueva Jerusalén, lo que creó un estallido de ira en Oriente Medio, en Europa Oriental y Occidental y entre la extrema izquierda en los Estados Unidos.
“Jerusalén pertenece al pueblo palestino, aquí, en Marte y en todas partes”, dijo Abbas Haniyeh, el líder de PIH, el Partido de Hamás e ISIS en Palestina. “Los sionistas nos roban nuestras tierras en la Tierra y luego roban nuestra tierra en otros planetas, pero les combatiremos allá donde vayan. ¡Les aplastaremos con asteroides!”

Palestina se convirtió en estado en agosto de 2021 e inmediatamente lanzó una invasión militar contra Israel, apoyada por Irán, la República Islámica de Francia y Rusia. La invasión requirió la intervención de 22.000 efectivos de tropas de India y Canadá para restablecer la paz.

Los judíos europeos, africanos y sudamericanos se unieron a la aventura marciana, dejando atrás sólo a las poblaciones judías de Estados Unidos y Canadá. Fuentes informan que las organizaciones judías norteamericanas se sentían enfadadas y traicionadas por haber sido engañadas sobre la misión.

“Nos tendrían que haber consultado”, dijo Wurman Finkelstein, director del Comité Judío Americano. “No digo que esto sea una relación progenitor-niño, pero siempre hemos sabido qué era lo mejor para Israel.”

Los judíos americanos de derechas dijeron estar encantados con la operación. “¡El año que viene en Marte!” tuiteó un importante dirigente republicano judío.

La Asamblea General de las Naciones Unidas: ahora con menos judíos (foto: EPA)

Los líderes árabes y musulmanes están consumidos por la ira por la repentina desaparición de su viejo enemigo. “No nos convertimos en un estado para vivir junto a los judíos. Nos convertimos en estado para poder empujarlos a todos al mar”, dijo a Reuters Walid Jafar, el Primer Ministro en funciones de Palestina. “Le han privado al mundo musulmán de un final feliz”. Sin embargo, muchos clérigos musulmanes moderados e intelectuales árabes enviaron buenos deseos a los colonos israelíes y denunciaron el conjunto de declaraciones iracundas. “Que Alá conceda buena suerte, prosperidad y abundante agua a nuestros primos judíos”, dijo el Jeque Ahmad al-Adwan de Jordania. “¿Quién no quiere vivir en un lugar tranquilo?”

Las organizaciones anti-israelíes parecían no estar dispuestas a aceptar la nueva realidad. Suecia, Bélgica, Dinamarca, el Partido Laborista británico, Podemos en España y el movimiento BDS de la Universidad de California condenaron el éxodo como “una continuación de la opresión del apartheid”.

El grupo emitió un comunicado que deploraba el “intolerable estatus de segundo-planeta” del pueblo palestino, y pidió misiones inmediatas a Marte para “reclamar los territorios palestinos nuevamente ocupados”, incluyendo “Nueva Jerusalén del Este” y la “Cisjordania de Sión”.

El líder de la Guardia Revolucionaria de Irán anunció que sin judíos israelíes o europeos a los que atacar, los grupos terroristas financiados por Irán, tales como Hezbolá y la Yihad Islámica, acosarán y atacarán ahora a cristianos con apellidos que suenen a judío, gente que coma en cafeterías kosher y cualquiera que escuche a Barbra Streisand.

Las Naciones Unidas se sumieron en el caos institucional. Una revisión del Wall Street Journal de la actividad de la ONU desde el 2008 mostró que el 43 por ciento de todas las resoluciones debatidas en el organismo se dedicaron a denunciar o penalizar a Israel. “Sin Israel la ONU no tendrá a nadie a quien culpar de nada”, dijo una fuente del Departamento de Estado americano. “Todo el organismo literalmente no tendrá nada que debatir”. Una fuente de la inteligencia Saudí dijo que unos 100 países no alineados en la ONU estaban estudiando frenéticamente naciones pequeñas y políticamente débiles como Costa Rica, Andorra y Liechtenstein para sustituir a Israel como chivos expiatorios globales.

Los cristianos evangélicos americanos, entre los más firmes defensores de Israel, estaban destrozados por la noticia. Miles de fieles en el Medio Oeste y el Sur lloraron abiertamente en sus parroquias el domingo por la mañana. Muchos evangélicos creen que “El Rapto”, la aparición del Mesías y el final de los días, será instigado por una guerra entre Israel y sus enemigos. Esa posibilidad parece ahora cada vez más improbable, dijeron importantes teólogos cristianos.

“Esto es otro irritante golpe a todo el complejo Rapto-industrial”, dijo un ministro baptista de izquierdas.

 

Original publicado por Bruce Stockler en Ynet News.

Bruce Stockler (Nueva York) es un humorista y trabaja en comunicación corporativa en la industria publicitaria.