Los 10 bulos de Abderrahim
Recientemente el diputado regional de Melilla, Abderrahim Mohamed Hammu, del partido Coalición por Melilla, mayoritariamente musulmán y actual socio del PSOE en el gobierno local, publicó en el periódico local Melilla Hoy un artículo repleto de falsedades, difamaciones y líbelos antisemitas.
Es tremendamente grave que un cargo público se dedique a desinformar sin el más mínimo pudor y a utilizar su posición como cargo electo para incitar al odio contra el pueblo judío. El artículo busca, con libelos mal intencionados, propagandísticos y maliciosos, agredir a sus vecinos judíos y así agitar la paz social y la buena convivencia entre los ciudadanos melillenses.
Explicaremos en 10 breves puntos el cúmulo de falsedades y distorsiones vertidas en dicho artículo:
1. El autor falta a la verdad desde el primer párrafo, y en algo que ni siquiera es intrínseco al presunto asunto de este, con algo tan fácilmente desmontable y absurdo como afirmar que no existe museo conmemorativo de los indios nativos americanos o los afroamericanos, mientras que hay un museo del Holocausto. El autor no ha viajado por EEUU, pero tampoco parece capaz de hacer una simple búsqueda online para comprobar que ambas afirmaciones son rotundamente falsas.
2. La afirmación de Hammu de que hubo colaboración entre el liderazgo sionista y los nazis es completamente falsa. Si en alguna oportunidad hubo algún contacto, fue en un intento desesperado de salvar vidas judías. En cambio, sí está ampliamente documentada la estrecha relación con Hitler y con el nazismo del líder de los árabes palestinos de la época, el Muftí de Jerusalén, Haj Amin al-Husayni, tío abuelo de Arafat, que se ofreció a colaborar entusiastamente en la aniquilación de los judíos.
3. El sionismo y la búsqueda de un estado propio en su tierra ancestral, no es el resultado de los terribles acontecimientos que tuvieron lugar en toda Europa y que tienen su máxima expresión en el Holocausto. El regreso a la tierra de Israel es consustancial y milenario para cualquier judío y el sionismo nació formalmente en 1897 cuando tuvo lugar el primer Congreso Sionista en Basilea.
4. Utilizar el burdo recurso de recordar a los judíos muertos y reconocer la barbarie del pasado, para acto seguido acusar, estigmatizar y hostigar a los judíos vivos, es además de deleznable, un comportamiento habitual de cualquier antisemita moderno que cree así poder ocultar su condición.
5. El texto de Mohamed está plagado de claros ejemplo de lo que la Asociación Internacional del Recuerdo del Holocausto define como formas modernas de antisemitismo, como la aplicación de un doble rasero con el que el autor juzga a Israel, exigiéndole un comportamiento no esperado ni exigido a ningún otro país democrático, estableciendo comparaciones entre la política actual de Israel y la de los nazis o formulando acusaciones falsas, deshumanizadas, perversas o estereotipadas sobre los judíos.
6. Así mismo, tratar de hacer creer que Israel utiliza el Holocausto con fines políticos es, de acuerdo a la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional de Recuerdo del Holocausto, adoptada por el Gobierno de España y la UE, un comportamiento antisemita. Israel fue refugio para muchos de los supervivientes del exterminio. Ellos y sus descendientes han conseguido, tras años de trabajo y esfuerzo, que Israel sea un país próspero, innovador y lleno de vida. El diputado apenas puede ocultar su odio visceral al pueblo de Israel.
7. Parecería que un servidor público que utiliza su posición para publicar un artículo en el que no hay una verdad ni por casualidad, hubiera estudiado bien los 11 principios de la propaganda nazi de Joseph Goebbels. Desde luego, sigue al pie de la letra el principio de la orquestación, de donde viene la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
8. En un país demasiado acostumbrado a intentos de confundir víctimas y verdugos, Mohamed trata de pintar a Israel como un estado agresor, mientras que los estados árabes que desde su fundación atacaron a Israel con el objetivo de destruirlo, serían sus víctimas. Pero no hay nada más lejano a la verdad, Israel ha demostrado en sus acuerdos de paz con Egipto y Jordania y los recientes Acuerdos de Abraham con Emiratos, Bahrein, Sudán y Marruecos que su objetivo es la paz y que los que se oponen a ella están en el lado oscuro y equivocado de la historia.
9. En cualquier caso, fueron los dirigentes árabes quienes rechazaron el plan de la ONU para crear dos estados en 1948, atacando a Israel en repetidas ocasiones con intenciones abiertamente genocidas. Son los dirigentes palestinos los que han roto todas las negociaciones de paz propuestas durante décadas; los que eligieron el terrorismo después de la firma de los Acuerdos de Oslo. En vez de dedicarse a construir un estado propio y a mejorar la calidad de vida de sus connacionales, los líderes palestinos se han enfocado únicamente en la destrucción de los judíos y el saqueo a su propia gente.
10. El diputado melillense se pregunta si pueden coexistir juntos judíos y palestinos. El Estado de Israel es la respuesta: allí conviven y coexisten. Israel, la única democracia en Oriente Medio, tiene un 20% de población árabe, que son ciudadanos plenos, que participan en todos los aspectos de la vida nacional y gozan de los mismos derechos que el resto de la población. Al igual que convivimos en España, porque las democracias tienen la virtud de darnos el marco de convivencia y respeto que se necesita para coexistir y a la vez marginar el odio mediante el imperio de la ley.