Palestina no aceptará una minoría judía

En el día de ayer, el embajador palestino en los Estados Unidos, Maen Areikat, realizó unas declaraciones reveladoras sobre las intenciones de la eventual y futura Palestina. Estando muy próxima  la celebración de la Asamblea General de la ONU, en donde se votará, entre otras propuestas, la Declaración Unilateral del Estado Palestino – el prestigioso penalista Alan Dershowirz explica por qué dicha iniciativa retrasará el proceso de paz-  Areikat expresó que no habrá una minoría judía en la futura Palestina independiente, y que los palestinos y los israelíes deben estar totalmente separados.

La palabra apartheid ha sido utilizada infinidad de veces para denigrar al Estado de Israel e intentar situar en igual plano su política de defensa y seguridad con la segregación racial que practicó Suráfrica. Ha sido el enésimo intento de deslegitimación del Estado Judío y se ha convertido, Durban y Resolución 3379 mediante,  en otro cliché que pesa sobre el conflicto entre israelíes y palestinos.

Pero, ciertamente, todo parece indicar que el apartheid  y la segregación – ¿cuál es el apartheid israelí tan denunciado? ¿el que se practica contra el millón y medio de ciudadanos árabes israelíes que gozan de todos los derechos democráticos?- no se practicarían contra la población judía en Cisjordania de quedar este territorio bajo soberanía total de los actuales líderes palestinos. Lo que se llevaría a cabo sería una deportación masiva.

Dichas declaraciones no sólo muestran cómo los palestinos y sus líderes están suspensos en pedagogía de la convivencia y en valores democráticos –a diferencia de los israelíes– sino también que la raíz del conflicto es el odio y el prejuicio, y no la tierra.